Los jóvenes que se quieren ir, una responsabilidad de la dirigencia política
“Quiero recibirme para irme del país”, “Soy joven, puedo irme y empezar de nuevo” rezaban algunos tuits hace días, y sobre todo de jóvenes de mi generación. Si leías los tuits incluso sin ser demasiado detallista, podías observar que en general, esa manifestación traía consigo mucha desazón, falta de certezas y la imposibilidad de poder ver un horizonte claro incluso, a mediano plazo.
¿La sensación? Rara. Había un mensaje más y quizás el más claro: nadie, y mucho menos la política, les da una razón para quedarse. Las familias, algunas, ya manifiestan que no quieren retener a sus hijos, no se les ocurre cómo. Si a un país sin horizonte a la vista, le sumas que una parte de la dirigencia expresa que no cree en el mérito, no te da muchas esperanzas. ¿Quién te garantiza que puedas crecer y desarrollarte personal y profesionalmente en tu país si te dicen que tu esfuerzo no vale?
Nota de opinión de Josefina Mendoza en La Nación