¿Qué es la democracia si no hay justicia?
A nuestro país le costó superar y dejar atrás años de ajurucidad, vulneraciones permanentes de nuestra Constitución Nacional, interrupciones democráticas a través de sucesivos y recurrentes golpes militares para poder afianzar nuestra democracia hace 37 años. Una democracia con deudas cada vez más nítidas y lacerantes.
La pobreza, el retroceso educativo, la falta de oportunidades y progreso social, nuestra larga y pesada decadencia cultural e institucional son tan funestas como perniciosas.
Nuestra deuda eterna con la clase media, motor del país, que siempre pone y pierde y nunca se la pone en valor, a quien le debemos la lucha por recuperar la democracia y hoy le debemos su persistencia por marcar el norte. Una clase media que no se resigna a perder el país, lucha por rescatarlo, marchando de nuevo en las calles con claridad frente a lo que se juega.
Nota de opinión de Alvaro de Lamadrid en La Nación