En minoría, JXC y otros diputados sesionaron para derogar el DNU de los superpoderes
Convocada por el Interbloque de Juntos por el Cambio, se realizó esta mañana una sesión en minoría, con el objetivo de derogar el decreto 457/2020 que dio facultades al jefe de Gabinete para redistribuir el 100 % de las partidas presupuestarias. Se reunieron 124 diputados, con lo cual no se alcanzó el quórum necesario para realizar la sesión especial.
El artículo 4 del mencionado decreto dispuso suspender el límite impuesto por el artículo 37 de la ley 24156 al Jefe de Gabinete para restructurar partidas del presupuesto nacional. Ese límite, desde diciembre del año pasado, al sancionarse la ley de emergencia actualmente vigente, era del 7,5 % del monto total del Presupuesto. Ese límite desapareció con el mencionado decreto.
El titular del Interbloque de Juntos por el Cambio, Mario Negri, remarcó que “que el oficialismo no esté presente es parte del juego, pero que parte de la oposición, cuyo único capital que tiene es no ceder sus facultades las entregue en ausencia al Poder Ejecutivo, no queda nada, salvo extorsión de por medio. Lo cual cobra más relevancia cuando estamos en estado de excepción. Nosotros hemos acompañado en la comisión bicameral de DNU varios decretos vinculados a la pandemia y la lucha contra el virus. Pero acá está en discusión una cuestión, que es el pecado de gula, el exceso. La idea de que se puede entrar de rondón en nombre de la emergencia a manejar toda la plata de los argentinos discrecionalmente”.
“Retrocedimos trece años, y no hacía falta. Trece años atrás llevaron las decisiones, al 2006, cuando Cristina Fernández de Kirchner gobernó todos los años de su gestión con todas las facultades que el Congreso le había cedido. Y como habíamos limitado ese juego, que de pronto de rondón vengan por esto, nos obliga a ponerlo en evidencia y manifestar nuestra preocupación”, dijo.
Nosotros hemos dado la excepción del manejo de la libertad. Dejamos en manos de Alberto Fernández la libertad de restricción de movimientos de todos los argentinos. Pero esa facultad es temporaria. La emergencia no puede confundirse con la pandemia, y la pandemia no puede vivir de emergencia. Porque si a la incertidumbre de que la pandemia no irá a concluir hasta que no encontremos una vacuna seguimos con este estado, deberíamos creer en la filosofía del jefe de Gabinete que dice que va en busca de estos superpoderes porque necesita agilidad porque esta situación va a continuar.
Debe coexistir una lucha con la pandemia con la institucionalidad, porque si no no hay controles, y si no hay controles todos sabemos cómo termina, porque lo vimos hace muy poco. Lo mejor que le podemos hacer a la lucha contra la pandemia es que tengamos instituciones funcionando en plenitud.
A los que no vinieron a esta sesión del oficialismo, van a tener que acostumbrarse con el tiempo a que van a tener que venir, porque no nos van a poder neutralizar. En este país la tentación por concentrar el poder tiene muchos antecedentes. No volverá a suceder lo que sucedió durante todo el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, que en sus últimos 6 años gobernó con mayoría absoluta en el Senado, mayoría absoluta en Diputados y en el Consejo de la Magistratura; y con todas las facultades durante doce años en nombre de la emergencia económica.
Previamente, el diputado nacional Gustavo Menna, vicepresidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y miembro de la comisión de análisis de los DNU, afirmó que “no fracasó la sesión. Con esta falta de quórum lo que fracasa es la institucionalidad. Acá ocurrió un hecho grave, el Poder Ejecutivo le arrebató una función exclusiva al Congreso. Hoy había una chance para enmendar ese atropello institucional, para ejercer la función de fiscalización de ese atropello. Pero la mayoría oficialista decisión de claudicar en ese rol de control, en recuperar una competencia esencial del Congreso”.
“Los superpoderes no es más que bajarle la persiana el Congreso, la ley más importante que tiene el Poder Legislativo, la ley que define el destino de los recursos públicos, que se forma con los aportes que hacen todos los argentinos cada día. Estamos poniendo todo esto en manos de un burócrata, que hasta acá se caracteriza por haber incumplido con su rol institucional de venir a rendir cuentas al Congreso, y ahora va a poder decidir el destino del 100 % de las partidas presupuestarias. Así deja sin ningún sentido al Congreso”.
“Y se hace esto en un contexto inédito en la Argentina, de caída estrepitosa del PBI, de caída de la actividad económica, de abusos de poder, cuando a los jubilados se los ha perjudicado, cuando venimos de la mayor delegación de atribuciones de toda la historia con la ley de las 9 emergencias, con una brecha cambiaria cada vez más parecida al camino que tomó Venezuela, cuando ni siquiera tenemos Presupuesto para este año. Lo que se busca es concentrar absolutamente el poder, desandar el camino que se había dado en 2016 cuando se dejó sin efecto esa delegación en el artículo 37 de la Ley de Administración Financiera.
Por su parte, Luis Petri, también miembro de la Comisión Bicameral de DNU, lamentó la ausencia de muchos legisladores opositores que deberían al menos estar sentados en sus bancas dando quórum y propiciando un debate de un decreto que arrebate facultades que son propias del Congreso de la Nación”.
Y en este caso no es el Congreso el que delega facultades, sino que es el propio poder Ejecutivo el que los arrebata, se autoconcede facultades, algo que ya la Corte Suprema de la Nación dejó en claro que está totalmente vedado.
“Las crisis económicas parieron emergencias en la República Argentina, y las emergencias nos embarazaron de nuevas crisis, no ya económicas, sino institucionales. Lo que viene sucediendo desde diciembre de 2019 es una formidable concentración de poder en manos del Poder Ejecutivo Nacional. Comenzó cuando el Presidente se negó a tratar el Presupuesto nacional, avanzó con la Ley de Emergencia, donde nos arrebataban más de 11 facultades propias del Congreso con las 9 emergencias votadas, y termina de coronarse con ese decreto donde prácticamente se conceden poderes ilimitados al Jefe de Gabinete para que haga cuando quiera con los recursos de los argentinos”, amplió.
“Con tanta concentración de poder el rol del Congreso de la Nación ha pasado a ser secundario, prácticamente de entretenimiento con sesiones telemáticas, pero que no incide en la vida de los millones de trabajadores y ciudadanos de nuestro país. Es tal la acumulación de poder que tiene el Poder Ejecutivo que hasta Juan Manuel de Rosas se pondría colorado”, finalizó.