Liberar las patentes para recuperar la libertad
Desde el comienzo de la pandemia del Covid-19 se fueron desnudando muchísimas falencias del mundo tal cual lo conocemos. La pandemia, podemos decir, puso (pone) en jaque el sistema como está planteado: desde la capacidad de los gobernantes de tomar decisiones, planificar, la confianza en la instituciones y las personas que las componen, así como la capacidad (o incapacidad) de los países, hasta el momento, de construir desde la solidaridad un escenario que nos permita como sociedad (en términos globales) impedir que el virus se siga propagando. La pandemia está demostrando cuánto dependemos unos de otros. Nuestros sistemas de salud están interconectados, igual que los sistemas alimentarios y las cadenas de suministro. Ningún país puede protegerse de la pandemia aislándose sino todo lo contrario, hay que vencer al Covid de manera global.
Yuval Noah Harari, filósofo contemporáneo y al que citan y leen a menudo los grandes líderes del mundo, fue de los primeros que habló de la necesidad de encontrar una solución global a la pandemia: “Los estados tendrían que tenderse la mano en vez de dejar de lado a las víctimas. Deberían compartir información honesta y veraz y no pensar solo en su economía. Pero eso exigiría un elevado nivel de confianza internacional”.
Nota de opinión de Josefina Mendoza en La Nación