Pobreza: de la sensibilidad a la responsabilidad
La fragilidad social argentina, expresada en nuestros índices de pobreza e indigencia, no puede ser resuelta con los instrumentos y el enfoque que el Estado argentino utiliza. Hay un desacople evidente entre la complejidad del tema que se aborda y la obstinación en el uso de instrumentos insuficientes, inadecuados u obsoletos.
Estas afirmaciones van más allá de quien ocupe el ministerio del área y de la política económica. Por supuesto que si la macroeconomía se estanca una década, todo es peor.
Nota completa de Fabio Quetglas en La Nación