Vacunas VIP: cuando la corrupción se paga con vidas
El caso de las vacunas VIP es un escándalo de corrupción que ha profundizado el sentimiento de decepción de gran parte de nuestro país. La defensa pública del presidente Fernández de quienes se saltaron la fila, cuando solo en los últimos 10 días han muerto casi 1500 argentinos y argentinas es repudiable.
La plana mayor del oficialismo decidió que familiares, amigos y entenados recibieran primero que nadie las pocas vacunas que consiguió. Mientras tanto, el personal de salud o las personas en mayor riesgo por edad quedan expuestos a la muerte.
El proceso de vacunación ha constituido un reto sin precedentes a nivel mundial. Sin embargo, el gobierno nacional no estuvo a la altura del desafío. A pesar de las frecuentes invocaciones a un marco ético, a una base técnica sólida y a una estrategia coordinada, la reacción del gobierno fue lenta y demasiado opaca. La concatenación de malas decisiones a lo largo de todo el proceso ha costado la vida, la salud mental y el bienestar económico de millones de argentinos y argentinas. El gobierno podría haber actuado de manera transparente, profesional y efectiva: no lo hizo. No hace falta ir lejos para encontrar casos exitosos. Chile es un ejemplo a proponer.
Nota de opinión de Alfredo Cornejo en Infobae