Política “falopa”
La adulteración de la cocaína, y sus consecuencias, no solo dejan al descubierto un circuito de omisiones inexplicables y degradación social; sino que exhiben de manera evidente el agotamiento de lo que podríamos denominar política adulterada, de baja calidad o “política falopa”.
Un fenómeno complejo y arraigado con capacidad corruptora, como es la comercialización de drogas prohibidas, no es posible resolverlo con conferencias de prensa. Los gestos y actitudes de los ministros Berni y Fernández constituyen lo opuesto de lo que la situación exige.
La muerte de decenas de personas en una circunstancia oscura, es el último síntoma de un sistema, que antes de eso enfermó a miles, cooptó menores, corrompió funcionarios, financió campañas políticas, etc.
El narcotráfico, es obvio decirlo, no es un fenómeno excluyentemente argentino. Por tanto, una de las cosas que un funcionario público puede y debe hacer, es comparar estrategias, para poder perfeccionar un modelo de intervención eficaz.
Nota de opinión de Fabio Quetglas en Clarín