Ficha limpia es un herramienta absolutamente simple y lógica que cualquiera entiende. Pero con argucias y vericuetos, la política intenta sofisticar el debate para evitar la aprobación parlamentaria.
El oficialismo se ha ocupado, en su estrategia de ultra polarización, de fines electorales inmediatos, de que esto no prospere. Se ocupó de que se frustre por segunda vez en dos semanas algo que la sociedad argentina está pidiendo.
En definitiva, para acceder a cualquier trabajo normal hay que tener un prontuario en condiciones, pero para administrar los recursos de todos los argentinos se puede tener una condena en primera y segunda instancia y seguir siendo candidato.
El objetivo final de Ficha Limpia es que la corrupción deje de gobernar al país, y vamos a seguir intentándolo.